Soñadores ya llegamos al final de la historia!!
No ha sido fácil terminarla, pero espero que os guste el resultado ^^
Ha sido un gran reto y quiero dar las gracias a mi compañera en esta iniciativa por tenerme tanta paciencia, a Sara por escucharme y darme opiniones y a mi Montse porque eres la más rica!!!!
Gracias a todos los que habéis leído y comentado e incluso compartido en facebook!! Es todo un honor ^^
Y sin más...
Capítulo 4
Un sonido ensordecedor hizo que me tapara los oídos, los
chicos que se habían acercado a mí estaban tirados en el suelo tapándose las
orejas y chillando como locos. Tal vez el sonido junto con su gran borrachera
les hiciera mella. Miré hacia atrás y el autobús estaba abriendo las puertas.
Los chicos se habían recuperado del susto y se incorporaban lentamente con
expresión amenazadora. Solo tenía que subir al autobús cuando terminaran de
abrirse las puertas y podría marcharme sana y salva, solo sería un mal
recuerdo.
De un salto entré en el autobús y cuando los chicos estaban
a punto de llegar hasta mí, chillando de nuevo y mostrando sus armas, las
puertas del autobús se cerraron y con un suspiro de alivio cuando arrancó, pasé
la tarjeta del autobús para pagar el viaje y me senté en la parte trasera del
autobús aferrando mi bolsa e intentando calmarme. ¿Qué había pasado? ¿El mundo
estaba loco? Señor,¡ hay días que es mejor no salir de casa!
Los días siguientes a todo esa semana loca, no pasó nada
increíble, tanto fue así que llegué a pensar que todo había sido un mal sueño.
Llegó el día en el que tenía que recoger el regalo de Pablo,
llegué a la tienda a seis de la tarde rodeada de mis amigas. El dependiente me
enseñó el llavero para que viera que todo estaba bien y después de observarlo
me quedé sin palabras. ¡Era precioso! En la parte de adelante, los colores y
las formas del caleidoscopio estaban decorando toda la circunferencia junto con
la palabra “Believe” y en la parte de atrás nuestra foto de pequeños. El chico lo envolvió para regalo el llavero y
nos fuimos de la tienda, estaba orgullosa de mi regalo que había pagado con mis
ahorros. Luego nos fimos a una sex shop que había cerca para hacerle un regalo
de broma muy típico entre nosotros. Al llegar, la dependienta con una gran
sonrisa nos atendió dejando al descubierto su dentadura blanca y perfecta. Le
expusimos nuestra idea de regalo coña y enseguida nos trajo varios pen drives
que se movían al enchufarlos en el puerto USB
del ordenador. Fue difícil decidirnos pero al final elegimos el de la
postura clásica del misionero, compramos una caja de condones de sabor de
fresa, gel del mismo sabor y con eso del
auge de las 50 sombras de Grey un kit de esposas, antifaz y pluma. Cómo nos
íbamos a divertir al verle la cara al abrirlo.
Las dos semanas que separaron la preparación del disfraz y
el regalo fueron tranquilas, bueno todo lo tranquilas que pueden ser al estar
en el instituto. Las cosas raras que me habían pasado se habían calmado relativamente,
ahora solo escuchaba que me llamaban y cuando me giraba nunca había nadie e
incluso a veces, me despertaba con arañazos que sabía de sobra que yo no me
había hecho. Pero todo se me olvidó cuando llegó el día 31 de octubre, el día
del cumpleaños de mi mejor amigo que no entendía por qué desde la discusión del
pijama no habíamos hablado nada.
Mis amigas habían venido a casa después de comer para
preparar todo con tiempo. Nos fuimos vistiendo con nuestro traje hecho por
nosotras, nos maquillamos parecido, yo las peiné a todas ya que al estar
estudiando el ciclo de peluquería me había dado ideas de peinados. Después de
las fotos de rigor, una pelea de cojines y que pareciera que un huracán había
atravesado la habitación, nos fuimos a la parada del autobús con los regalos con una alegría y unos ánimos impropios de
mí. Esperaba que mi regalo le gustara más que los demás ya que no tenía nada
que hacer con las miles de conejitas guarrillas que iba a ver en la fiesta.
En apenas media hora estábamos enfrente de la puerta de la
casa de Pablo. El exterior de la casa de dos plantas típica gallega, estaba
decorado al estilo Estado Unidense con muchas calabazas y luces, esqueletos y
tumbas. Timbramos y esperamos a que nos abrieran intentando averiguar que
disfraz sería el primero que viéramos, yo me decanté por un esqueleto o la
muerte mientras que mis amigas aseguraban que sería un zombie. Al abrirse la
puerta y ver detrás a la muerte me empezó un ataque de risa que me fue muy
difícil controlar.
Entramos y encontramos el salón con la luz muy tenue, habían
colocado alguna prenda de ropa en las bombillas, en la mesa un montón de
botellas de alcohol y refrescos pero lo que más me llamó la atención fue la
ouija que estaba en el centro de la mesa. Me acerqué para verla mejor, era de
madera oscura, las letras y los números eran de color negro y el pequeño
puntero tenía un círculo de cristal como si fuera una lupa. Mi corazón se
aceleró al pensar que podían tramar hacer una sesión de espiritismo pero
rápidamente deseche la idea seguro que era solo decoración, a Pablo le gustaba
ser realista. Dejamos los regalos en la mesa con los demás y nos fuimos a
buscar al cumpleañero para felicitarlo. Estaba como siempre rodeado de unas
cuantas enfermeras putonas y unas policías guarrillas. Al verme, Pablo vino a
saludarnos y como dicta el protocolo
fuimos felicitándolo tanto por el cumpleaños como por la fiesta y la
decoración de la misma. Pablo nos dijo que le gustaban los disfraces y yo
aproveché para llevarlo a parte.
-
Toma- le dije tendiéndole mi llavero bien
envuelto y con la pegatina de espero que te guste.
-
¿Qué es?- me preguntó viendo el pequeño paquete.
-
¿Qué va ser? Tu regalo de cumpleaños. ¿Acaso las
enfermeras y las policías putonas te han quitado la única neurona que tenías?
-
¡Ya estamos! – dijo rodando sus ojos.- ¡Es
pequeño! ¿No será un anillo?
-
¡Pero por quién me tomas! Eso me lo tendrías que
regalar tu a mí.- Me calle avergonzada por lo que acababa de decir.¿ No éramos
novios porqué me iba a regalar un anillo?- Bueno me refiero que… los chicos
regalan los anillos a las chicas no al revés.
-
Ya- me soltó con su sonrisa pícara.
Abrió con cuidado mi regalo. Mis nervios estaban a flor de
piel, esperaba que le gustara. El silencio me mataba, ¿no podía decir algo ya?
Por toda respuesta a las miles de preguntas que me hacía en ese momento y lo
que pensaba que él podría estar pensando, Pablo se acercó a mí y me plantó un
beso sonoro en la mejilla y se fue dejándome allí sola con todos mis
sentimientos y deseos.
Me reuní con mis amigas
y nos pusimos a bailar, disfrutamos de la música, de la bebida, de los
pinchos y hablamos con gente que apenas conocíamos de vista en el instituto.
Un poco antes de media noche, nos reunimos alrededor de la mesa donde estaba la Ouija y
el mismo pensamiento que tuve al verla por primera vez me atenazó. ¿Vamos hacer
la Ouija?
-
Venga ponerse todos alrededor de la Ouija y
poned un dedo en el puntero.
-
Ni de coña, ¡estáis locos!- dije a sabiendas de
que me iban a tachar de gallina.
-
¿Eres una gallina? ¿Te da miedo un trozo de
madera?- dijo uno de los amigos de Pablo.
Miré a mis amigas, a los amigos de Pablo y a Pablo. Solo
quedábamos nosotros ya que los demás se habían ido a seguir con la parranda en
no sé qué pub del centro a otra fiesta de disfraces.
-
No- dije segura.
-
Pues pon el dedo en el puntero, princesita- me
dijo Eloy, el mejor amigo de Pablo.
Tragué saliva y puse el dedo índice en el puntero como los
demás. Mi mano comenzaba a sudar mientras Eloy pronunciaba las palabras que
supuestamente abría el portal entre los dos mundos. Esperamos a ver si sucedía
algo y todos los sucesos que me habían pasado en el mes acudieron a mi cabeza,
¿acaso ya me estaban advirtiendo desde el más allá esto que estaba haciendo?
De repente las luces empezaron a parpadear y al rato
explotaron, notamos como el piso se movía y se oían sonidos extraños, me
acojoné viva y al mirar hacia mis amigas les vi la cara de miedo y supe que
estábamos pensando lo mismo. El puntero empezó a moverse y Eloy deletreó la
palabra que se formaba “Sillas”. Después de decir la palabra las sillas del
salón se apilaron sin que nadie las moviese. No sabía explicar muy bien lo que
pasó después ya que muchos objetos empezaron a volar por todo el salón, los
jarrones impactaban con los cristales de las ventanas, las puertas de toda la
casa se abrían y cerraban y aunque intentamos mantener el dedo en el puntero
poco a poco mis amigos fueron soltándolo y corriendo por toda la casa
intentando buscar alguna salida.
Algo dentro de mí me dijo que no soltara el puntero hasta
que todo se calmara y cerré los ojos esperando que nada me golpeara apelando
como la otra vez a mi ángel de la guarda. A mis amigas les impactaron en la
cabeza jarrones, ollas, piedras que hacían de pisapapeles y cuando noté que ya
no había gritos, cosas rompiéndose y volando repetí las palabras que sonaban en
mi cabeza “Ya puedes volver por dónde has venido” y acto seguido me desmayé.
Estaba en mi habitación agarrada de las manos con Pablo, sus
ojos azules estaban fijos en los míos. La luz de la luna entraba por mi ventana
y miré hacia ella distraída. Era raro estar así con Pablo pero cada poro de mi
piel disfrutaba su contacto. Me giré hacia él de nuevo y me besó larga y
dulcemente. Mi corazón estaba enchido de alegría, latía rápido como si estuviera
corriendo un maratón, enredé mis dedos con los suyos y disfruté de las miles de
sensaciones que despertaba ese beso. Nuestras lenguas jugaban como si se
conocieran de toda la vida y vivieran solo para ese momento.
-
Te quiero, Paula. No sabes lo que me arrepiento
de no haberte dicho nada.
-
¿Por qué me lo dices ahora? Yo siempre te he
querido.
-
Necesitaba decírtelo para avanzar. No me
olvides, pequeña.
Dicho eso me desperté en la habitación de un hospital. Mi
madre me abrazó con todas sus fuerzas y en voz apenas audible pregunté por
Pablo y mis amigas, como respuesta mi madre me abrazó más fuerte y yo solo pude
llorar.
Lloré por mí, por mis amigas, por Pablo y sobre todo por ese
amor confesado en sueños que ya nunca sería posible.
WTF? EN SERIO. Que final tan triste, que....aaaaaaaaaaa si que tenias preparado algo peor para la protagonista. >.<
ResponderEliminarQUE FUERTE ¿En serio?
Entiendo que... muere, pero por qué? No podían ser felices la noche de halloween. >.<
Esta genial escrito, pero me da muchisima pena. >.<
un final que no me esperaba para nada, es triste :( pero un gran relato Lizzie, te felicito
ResponderEliminarEnhorabuena Lizzie! Muy buen relato, un final desconcertante... Un besazo.
ResponderEliminar¡Hola! ya hice tu reseña, por eso no comento mucho mas aqui xd
ResponderEliminarhttp://daydreamsyndrome.blogspot.cl/2015/12/un-cumpleanos-en-hallowen-lizzie-quintas.html
Felicidades Lizzie aunque me da mucha pena como terminó todo. Besotes
ResponderEliminarFelicidades Lizzie aunque me da mucha pena como terminó todo. Besotes
ResponderEliminarLizzie, el relato está genial!!! Nos has emocionado con el final, aunque lo entiendo perfectamente. Yo no suelo creer en los finales felices jejeje. Te felicito por lo que has escrito!
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