martes, 24 de marzo de 2015

Siempre juntos (Microrelato)

Nunca pensé que se podía querer tanto a una personita. Nunca pensé que yo podría llegar a amar a alguien, dicen que no te puede gustar nadie si tu no te gustas, debo ser la excepción. Esta personita me robó el corazón hace tres años. Tres años de acontecimientos y hoy por hoy todavía es hermoso recordar el pasado sin olvidar vivir nuestro presente. Esa personita es mi felicidad, mi sol cuando me despierto, mi luna cuando me acuesto, mi ángel que me protege y mi corazón que late. Lo es todo para mí. No solo es alegría, la tristeza es tan inmensa cuando no le veo, cuando no hablamos, cuando no escucho su voz y su risa. Mi mejor recuerdo, después del día que lo conocí, fue el día en que me pidió ser su novia. Fue el mejor día de mi vida, me miró a los ojos, sus manos agarraron las mías… mi corazón iba a cien, no entendía el porqué de tanto secretismo. – Lucia, ya hace un tiempo que nos conocemos. Asentí con la cabeza porque tenía un nudo en la garganta que no me dejaba hablar. – Me gustas mucho, te necesito a mi lado… ¿Quieres ser mi novia? – Si- logré decir. Fui muy feliz a su lado, me lo dio todo, amor, cariño, protección… en fin todo. Yo no veía mi vida sin él. Él era mi sustento, mi faro que me guiaba por la vida… Una noche se me fue, una noche un coche lo alcanzó. Su luz desapareció y con él mi vida. Muchos meses sin salir de casa, muchos meses de llorar hasta que un día por fin me decidí… era lo mejor… tenía que seguir adelante… Escribo una carta a mi madre que leería por la mañana. Mamá, No te culpes por mi decisión. Me quisiste mucho, me diste mucho amor pero tenía que seguir mi camino. Mi camino está a su lado. Diles a mis hermanitos que fui una buena niña, no tuvieron tiempo de conocerme. Diles que lo di todo por amor. Mamá, tu eres mi otro corazón, pero no puedo vivir sin él. Te quiero mucho, míralo por el lado bueno, voy haciendo sitio… Mi madre leía la carta entre lágrimas, las almas jamás abandonan el mundo y yo esperé para reunirme con mi sol. Mi sol vino a mí. Me vino a buscar y juntos guiaremos a mi familia, siempre juntos …

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